La fauna marina se encuentra en constante peligro por muchas razones: la pesca descontrolada y abusiva, la contaminación que la misma humanidad genera, el consumo exagerado de algunas especies, el cambio climático y la invasión por parte de los humanos en su hábitat.
Al mar, ríos y lagos llegan desechos tóxicos, plásticos, pañales, bolsas, pet y telas donde los animales quedan atrapados y condenados a vivir sin libre movimiento o más expuestos a sus depredadores debido a la movilidad limitada por esta basura. Algunos logran adaptarse con mucho esfuerzo, otros simplemente mueren.
Según National Geographic, actualmente el 20% de las especies animales (más de 7 millones) se encuentran en peligro de extinción. De 5,200 especies enlistadas, 34% son peces. Algunos de los animales en peligro en México son el ajolote, la vaquita marina, la tortuga caguama, la rana fisgona mayor, etc.
Considerar a un animalito en peligro de extinción es igual a decir que todos los que existen actualmente alrededor de la tierra (que son pocos cada vez más) pueden desaparecer para siempre.
Existen muchas maneras de ayudar, aunque mucho del daño ya es irreversible y se necesitan más que pequeñas acciones como por ejemplo, la reinserción de especies por expertos y el cuidado efectivo de zonas/reservas naturales por las autoridades correspondientes.
Lo que sí se puede hacer es evitar la invasión a zonas naturales, denunciar el tráfico ilegal de especies, así como no comprar ni comercializar con las mismas. Además es necesario apoyar los programas de preservación ya sea con voluntariado, donaciones o difusión. Evitar contaminar desde todos los escenarios posibles: casa, escuela, transporte, consumo de recursos (agua, luz, gases), no tirar basura, reciclar, reutilizar y ser respetuosos con la naturaleza al hacer turismo y sobre todo compartir este conocimiento y preocupación con todas las personas posibles para marcar la diferencia.
Fuente
National Geographic