Seguro has visto que en los lugares que más se recubren de hielo (o nieve el algunos casos) en época de frío, algunas personas vierten sal sobre el hielo para ayudar a derretirlo. ¿Sabes por qué pasa esto?
Esto sucede por un fenómeno físico/químico, la sal hace que se derrita el hielo, por su equilibrio molecular. Para que el agua se convierta en hielo, debe cumplir una condición de equilibrio molecular que podríamos llamar “perfecta” para esta condición helada. Cuando la sal forma parte de este hielo, rompe su “perfección” molecular, que permite que el hielo se mantenga en esta condición (congelado) y así baja la temperatura del agua, desacelera el congelamiento y por ende, regresa a su estado líquido.
La sal al hielo es muy útil en lugares cuyas calles y avenidas principales se cubren de nieve después de grandes nevadas, para quitar restos de hielo de vehículos cubiertos de blanco, o descongelar rápidamente piletas de agua, lagos, entre otros. ¿Has visto o realizado este proceso?
Ahora ya sabes el porqué y cómo llevar a cabo este método. Consejo extra: si alguna vez se te queda “pegada” una paleta congelada o hielo en tu boca, un buen tip es verter un poco de agua con sal, preferentemente tibia, y esperar para evitar accidentes al retirar bruscamente (ya que puedes extraer parte de tu piel con la paleta helada).
Puedes ver más de cerca cómo funciona el fenómeno de “sal al hielo” con una prueba casera, solo debes poner sobre un cubo de hielo y observar cómo trabaja la ciencia. Es una buena opción para explicar a los niños los estados del agua.
Fuente:
Espacio ciencia
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