Seguro has visto esta práctica de “liberar tortugas” en muchos lugares, pero, ¿sabes por qué y cómo se hace?
El objetivo principal de esta práctica es ayudar a las tortuguitas a llegar al mar, al tiempo que conocen y se van adaptando a la superficie, ya que acaban de nacer. Y con esto, aumentas su posibilidad de sobrevivir en este nuevo mundo para ellas.
¿Por qué debemos ayudarles?
Comencemos por entender su proceso de nacimiento. Las tortugas, próximas madres, cavan su nido con varios centímetros de profundidad (40-50cm.), para luego enterrar sus huevos y que puedan nacer las futuras tortugas bebé, por lo que buscan cubrir lo mejor posible ese nido (con la misma arena del mar).
Después de dos meses, estas tortuguitas bebé quieren salir a la superficie, por lo que rompen el cascarón y comienzan a “nadar” entre la arena, abriéndose paso hasta superar su nido para poder correr al mar.
Pero pocas son las que logran hacerlo, ya que son interceptadas por muchos y variados depredadores, como los humanos que las cazan para su comercialización y/o domesticación, además de algunos peces y aves que también las atrapan como alimento.
La manera de liberar tortugas es muy importante, por lo que te recomendamos que si quieres hacerlo, busques programas oficiales y sigas las indicaciones de los expertos, de lo contrario lejos de ayudar, podrías perjudicar a estos animalitos.
El primer paso consiste en localizar los nidos de estas tortugas, entre julio y diciembre son los meses donde hay más nacimientos. Luego, con mucho cuidado, debes ayudar a quitar la arena que cubre a dichos nidos y pasar a las pequeñas tortugas a contenedores especiales (comúnmente cajas o cubetas de plástico), para finalmente acercarlas al mar.
Muy cerca de la orilla del mar, tienes que ajustar el camino hacia el agua, de modo que sea lo más “plano” posible para ellas y ahí, entonces las transportas con tus manos, muy suavemente de la caja, a su camino de arena.
Pasarán muchos años para que las tortugas recién liberadas vuelvan a donde nacieron, a depositar ahora sus propios huevos fecundados y dar nueva vida. Ahora que sabes el objetivo que tiene esta práctica, ¿te gustaría realizarla?.
Las personas encargadas y expertas sabrán guiarte y esta puede ser una experiencia maravillosa. Todos podemos contribuir a preservar y ayudar a nuestro medio ambiente.