Guía para maridar vinos y platos salados: combina como un experto

Cuando pensamos en maridaje, lo primero que suele venir a la mente son cenas elegantes, platos elaborados y vinos seleccionados con lupa. Pero lo cierto es que no necesitas ser un sommelier para crear combinaciones deliciosas. De hecho, algunos de los maridajes más sorprendentes ocurren cuando combinamos vino con platos salados: desde un queso curado hasta unas papas con sal del mar.

Si quieres descubrir cómo sacar el máximo provecho a estos sabores, esta guía es para ti.

¿Qué efecto tiene la sal en el vino?

La sal, más allá de realzar el sabor de los alimentos, puede modificar la percepción que tenemos del vino. Por ejemplo:

  • Reduce la astringencia de los vinos con muchos taninos.

  • Suaviza la acidez en vinos blancos secos.

  • Resalta las notas frutales en vinos jóvenes y frescos.

Por eso, elegir el vino adecuado para acompañar un platillo salado puede transformar por completo tu experiencia al comer.

Combinaciones que no fallan

Quesos salados + vino tinto

Quesos como el parmesano, el manchego o el gouda añejo son ideales para acompañar vinos tintos con buen cuerpo. Un Tempranillo, un Cabernet Sauvignon o un Syrah equilibran perfectamente la intensidad salina del queso, realzando sus sabores sin opacarlos.

Botanas con sal del mar + vinos espumosos

Papas fritas, frutos secos, palomitas o galletas saladas pueden parecer snacks sencillos, pero cuando se combinan con un Champagne brut, un Prosecco o un Cava, la experiencia cambia. Las burbujas limpian el paladar y aportan un contraste fresco que hace que sigas picando y brindando.

Embutidos curados + vino rosado

Los jamones serranos, el salami y otros embutidos con alto contenido de sal encuentran un balance ideal en los rosados secos. Estos vinos, ligeros, pero sabrosos, complementan los sabores intensos sin sobrecargar el paladar.

Pescados en salazón + blanco con buena acidez

El bacalao, las sardinas o las anchoas tienen un sabor profundo y salado que va muy bien con vinos blancos vibrantes como el Albariño, el Sauvignon Blanc o incluso un Chardonnay sin barrica. Estos vinos aportan frescura y acidez, limpiando el paladar entre bocado y bocado.

Cocina asiática salada + vino blanco aromático

Platos como el ramen, el pollo agridulce o el arroz frito con salsa de soja tienen un perfil salado-umami muy característico. Un vino como el Riesling (mejor si tiene un toque dulce) o el Gewürztraminer ayuda a suavizar los sabores intensos y a aportar un equilibrio aromático muy especial.


Tips para lograr un maridaje delicioso

  • Busca armonía o contraste: Puedes elegir vinos que se parezcan en intensidad al plato o que lo equilibren con acidez, dulzor o burbujas.

  • Atención a los taninos: Si el vino es muy tánico (como un vino tinto joven y robusto), la sal ayuda a suavizar esa sensación. Pero si hay demasiada sal, el vino puede adquirir un sabor metálico.

  • Cuida la temperatura del vino: Un blanco o espumoso bien frío resalta aún más con sabores salados.

  • Prueba y ajusta: El maridaje no tiene una sola regla. Experimenta, juega con combinaciones y descubre lo que más te gusta.

Ideas rápidas para maridar en casa

No necesitas preparar una cena sofisticada para disfrutar un buen maridaje. Aquí van algunas ideas fáciles para experimentar:

  • Tostadas con aguacate, limón y sal en escamas + Sauvignon Blanc

  • Papas al horno con sal del mar y especias + Garnacha

  • Tabla de quesos salados con frutos secos + Tempranillo

  • Anchoas sobre pan rústico con aceite de oliva + Albariño

  • Rollitos de jamón serrano con melón + Rosado seco

Maridar vino con platos salados es un arte sencillo y delicioso. No hace falta seguir reglas rígidas, sólo tener curiosidad y ganas de disfrutar. La próxima vez que tengas a la mano un vino y algo salado, detente un momento, saborea con calma… y déjate sorprender por la armonía de sabores.

Productos Favoritos

No tienes productos en favoritos.