¿Has escuchado hablar sobre la sal de sésamo? Aquí te contamos varias curiosidades sobre ella.
Esta sal también es conocida como sal de gomasio. Es de origen japonés y funge como condimento, se obtiene a partir de las semillas de sésamo y sal de mar. La puedes reconocer como un polvo muy fino a comparación de otros condimentos. Su sabor es bastante peculiar y fuerte para algunos. Contiene vitaminas B, E, B6 y B2, además de algunos minerales, ácidos grasos y fibra. Se cree que es un buen antioxidante que ayuda al sistema óseo, nervioso e intestinal. La puedes utilizar en pastas, arroz, y suele ser delicioso con ensaladas y/o verduras al vapor.
Por otro lado, el sésamo, mejor conocido como “ajonjolí”, proviene de la India y también es una especie utilizada en muchos tipos de comida, desde ensaladas, en la repostería, bebidas como jugos o licuados, salsas, carnes, aderezos, entre otros. Debido a su rico sabor, lo podemos encontrar en muchísimas partes alrededor del mundo. Además se cree que contribuye a mejorar el sistema óseo, nervioso e intestinal. Contiene una gran cantidad de fibra, ácidos grasos, proteína vegetal, y lecitina por lo que puede ser un gran complemento en la dieta de las personas.
La sal de sésamo puede ser peculiarmente deliciosa en tus platillos ya que son sabores a los que está muy acostumbrado nuestro paladar. Y si eres de las personas que disfruta mucho del ajonjolí en sus comidas, seguro que esta sal te encantará.
Además de ese sabor distintivo, puede aportar más energía a tu cuerpo, debido a las propiedades que tiene este condimento, y lo mejor es que puedes prepararlo tú mism@ en casa. Es muy sencillo, solo sigue la siguiente receta:
- 100 gramos de ajonjolí
- 1 cucharada de Sal Sol
- 1 sartén
- 1 mortero o molcajete
- Recipiente para almacenar la sal
Para preparar tu propia sal de sésamo, sigue estos pasos:
1.- Pon el sartén a fuego medio y añade el ajonjolí.
2.- Calienta hasta que las semillas se perciban doradas (puede que salten un poco como el maíz palomero).
3.- Una vez en su punto dorado, deja que se enfríen un poco y llévalas al molcajete donde deberás comenzar a triturarlas.
4.- Cuando ya tengas las semillas hechas polvo, añade la cucharada de Sal Sol y mueve para crear una mezcla homogénea.
5.- Guarda en un recipiente hermético o con tapa y mantén tu sal de sésamo lejos de la humedad.
Fuentes:
Soy como como
Gobierno de México
Fiatc
Cocina fácil
Webconsultas