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Sal de vino. ¿Qué es y cómo se hace?
Recetas todo sobre la sal
La sal de vino es un condimento que da mucho aroma y sabor a platillos gourmet. Está compuesta por sal de flor y vino tinto, lo que le da un peculiar color en tonos rojizos. Además, su sabor es muy intenso por lo que puedes percibirlo a la perfección en los alimentos.
Es común encontrarla acompañando a una gran variedad de ensaladas, carnes, vegetales y hasta hongos, además de que es utilizada en repostería y trufas. ¿Alguna vez la has probado? Compártenos tus experiencias en nuestras redes sociales.
¿Cómo hacer tu propia sal de vino casera?
Esta puede ser una receta algo complicada, ya que la cantidad de ingredientes se debe ir midiendo conforme avence la preparación. Primero que nada, necesitarás Sal Sol de grano, tanta como quieras preparar, puede ser 1 kg. para comenzar a probar y experimentar. Además, debes tener a la mano tu vino tinto favorito o uno que te agrade para combinar con alimentos. Lo último que requieres es un poco de paciencia, ahora verás por qué.
Una vez que tengas los ingredientes, busca un recipiente de cristal o cerámica para poder verter la sal, con 1 kg. será suficiente. Una vez que lo expandiste por la superficie del recipiente, deberás añadir el vino, muy lentamente, 2 copas de vino serán suficientes, pero te recomendamos primero agregar media copa, dejar reposar por un periodo de 5 a 6 minutos y añadir la siguiente mitad. Puedes mover la mezcla pero no demasiado porque se puede deshacer la sal y esa no es la intención. Después de otros 5 o 6 minutos, añade otro poco de vino si observas que la sal ha absorbido el vino anterior. Si no lo ha hecho, deja reposar un poco más.
Si combinas el kilogramo de sal con las 2 copas de vino directamente, puede que se deshaga un poco la sal, por lo que es importante dejar pasar el tiempo necesario para que absorba mejor el sabor del vino.
Para que el sabor sea más intenso, incluso puedes agregar más vino algunos días después, cuando la sal ya se secó por completo, para que vuelva a absorber el líquido y todo su sabor. Puedes almacenarla en una botella de vino y se verá espectacular, o bien en tu salero o recipiente de costumbre para que puedas comenzar a cocinar deliciosos platillos.
Sin duda, el vino y la sal han sido extraordinarios acompañantes desde hace mucho tiempo atrás, desde las recetas con vino que ayudan a marinar, caramelizar y aglutinar, hasta el majestuoso festín que se lleva a cabo en las papilas gustativas cuando se combina, por ejemplo, un delicioso queso con una buena copa de vino. Y qué decir de las carnes rojas, pastas, mariscos y vinagretas que saben muchísimo mejor con una copa de esta fantástica bebida. Además de todo, se sabe que el vino tinto ayuda en el proceso de digestión y se cree que estimula al sistema para eliminar más rápido ciertas grasas.
Ahora que conoces la sal de vino, ¿la tendrás lista en tu despensa?
Fuentes:
Thegourmetjournal
Cocinafacil
Torres
Tererecetas
