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A todos nos ha pasado: cocinamos toda la mañana y tarde y al final nos damos cuenta que la comida nos quedó salada. Sabemos que puede ser frustrante, pero no todo está perdido.
Si eres alguien que está aprendiendo a cocinar y no calculas bien la cantidad de sal necesaria para ciertos platillos, hoy en Sal Sol te compartimos algunos tips para arreglar una comida salada.
Aunque no lo creas, el azúcar y la sal pueden ser buenos aliados. Con un poco de azúcar puedes equilibrar los sabores de tus alimentos. El truco está en integrar pequeñas cantidades de ella hasta que lo salado de tu comida haya disminuido.
Parte un bolillo a la mitad para que absorba la sal y déjalo cocer durante unos minutos. Colócalo en una malla o coladera para que no se deshaga y te sea fácil quitarlo de tu guisado.
Pela y corta en rodajas gruesas una papa cruda. Gracias al almidón que posee este tubérculo absorberá la sal. Déjala ahí durante 10 minutos y retírala.
Disuelve una cucharadita de fécula de maíz en un poco de agua y añádela a tu guisado. Asegúrate de no usar más fécula de la que se sugiere ya que si te pasas, tu comida podría quedar muy espesa.
Recuerda que lo mejor es probar cada determinado tiempo lo que estás cocinando para no pasarte de sal. Aunque, como te has dado cuenta, todo se puede solucionar con una pizca de ingenio.
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