Sal Sol Sabe: Desechables biodegradables. Pros y contras

noviembre 06, 2021 Category_Estilo de vida Ecológico educación ambiental Estilo de vida

Es curioso, pero si te pones a pensarlo, los primeros utensilios para comer estaban hechos con recursos naturales. Vamos a remontarnos a la prehistoria, cuando los cuchillos de piedra llegaron a cambiar la vida de nuestros antepasados.

Con el paso del tiempo, estos utensilios fueron evolucionando y se introdujeron nuevos materiales como el hueso y la madera para fabricarlos, además de piel de animales para decorarlos.

Luego, con la metalurgia logramos evolucionar más y más, tanto que hasta el día de hoy muchos tienen propuestas innovadoras que siguen aportando a nuestra sociedad diferentes invenciones de utensilios que cada vez son más fáciles de utilizar.

¿Cómo fue que llegaron los “desechables” a nuestras vidas?

Seguro alguna vez has utilizado desechables debido a su practicidad y ligereza. Estos son utilizados comúnmente para ocasiones donde se va a alimentar a mucha gente y resulta más sencillo utilizar una “vajilla de un sólo uso”, además que, si los comparamos con las vajillas tradicionales, es menos probable que un plato desechable se pueda romper y cortar a alguien, por lo que lo hace menos riesgoso. El costo de los desechables es menor al de las vajillas tradicionales, pero, ¿sabías que en realidad esta no fue la razón por la que nacieron?

Fue un estudio médico con el que se investigaba las formas higiénicas de envasar alimentos lo que marcó la llegada de estas vajillas a nuestra vida cotidiana. Un médico se dio cuenta que los trastos de uso compartido, a pesar de ser lavados, podían transmitir enfermedades, por lo que comenzó a promover el uso de desechables, principalmente en pro de la salud pública.

Esto significó una gran oportunidad de negocio y comenzó la distribución masiva de estos productos. Las comidas en hospitales, los alimentos para llevar, y banquetes en eventos comenzaron a utilizar cada vez más los desechables hasta que un día ya era algo muy común, útil y práctico.

Aunque, con este “invento” también se trajeron algunos problemas de contaminación, por ejemplo, en México existen lugares llamados, Centros de acopio, operados por los municipios o demarcaciones territoriales para recibir todo tipo de materiales para ser separados, clasificados o bien darles un tratamiento para reutilizarse, y en 2018 más del 48% de los desechos separados fueron plásticos y pet lo que refleja una producción enorme, que luego, si no es bien tratada va a parar al mar o rellenos sanitarios que ya no se dan abasto por tanto material recibido (INEGI).

Contaminación por desechos no degradables

Con el paso del tiempo se han descubierto nuevas y mejores formas de crear vajillas desechables, con materiales que van desde el unicel, cartón, plástico, y opciones que tratan de recuperar más recursos naturales y amables con el medio ambiente como bambú, caña de azúcar, hoja de palma y hasta madera.

Aunque no lo parezca, los bioplásticos ya tienen algunos años de historia. Desde los 90´s se ha pretendido que la química verde tome más recursos y materiales de origen biodegradable para crear estos desechables y que contaminen menos a la hora de desecharse.

Los desechables biodegradables, también conocidos como ecológicos o desechables compostables están ganando cada vez más fuerza y comienzan a ser los preferidos para algunas personas que buscan reducir su huella ambiental.

Para el desarrollo de cada desechable tradicional se requiere energía, agua y mucha materia prima. En cambio para crear vajillas biodegradables, se buscan opciones orgánicas resistentes como la caña, el trigo, el hueso de aguacate y la fécula de maíz.

Los desechables compostables no sólo son una gran alternativa para nuestro medio ambiente, sino que desde principios del 2021 en México se prohibió la distribución y comercialización de productos plásticos de un sólo uso, y es por eso que ahora en los supermercados ya no se dan bolsas de plástico durante las compras, y los comercios adoptaron el uso de desechables biodegradables. Con estas medidas se espera lograr un cambio significativo en nuestro medio ambiente, ya que todos estos plásticos afectan directamente el hábitat de diversas especies marinas y son los causantes de la muerte de más de un millón de aves anualmente.

Debido a que hay cada vez más opciones de desechables biodegradables en el mercado, los precios se vuelven más accesibles y con ello podemos contribuir al impacto medio ambiental. Sin embargo, recuerda que la mejor opción siempre será aplicar en tu vida diaria las 3Rs: reducir, reutilizar y reciclar.

Debido a los componentes de los desechables y a que están diseñados para un sólo uso, no se recomienda reutilizar en demasía estos platos, vasos o cubiertos y mucho menos calentarlos en el microondas. Y aunque los biodegradables se componen de distintos elementos, hay que tener en cuenta que siguen siendo desechables, por lo que las recomendaciones pueden ser las mismas (dependerá de cada producto).

Siempre lee las instrucciones de uso, ahí se especifica la manera ideal de desechar estos productos. Por ejemplo, un desechable biodegradable no se va a descomponer de la misma manera si lo tiras junto con tus otros desechos, e incluso le tomará más años hacerlo. La recomendación es ayudar a su desintegración colocándolo como composta en un ambiente húmedo, con cierta temperatura y oxigenación, o bien separando la basura para que pueda llegar a su destino.

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