Ya sea porque se te fueron los cálculos y agregaste más picante a tu receta por error, porque no esperabas que el sabor de un chile fuera tan fuerte, o bien, a alguien en la mesa le resultó muy picante el platillo, no te preocupes, ya que existen algunas formas de disminuir el sabor picante a la comida.
Lo primero que podrías hacer, en caso de que tu platillo sea jugoso, es agregar un poco más de líquido, como agua para rebajar el sabor predominante picante. Lo mismo funciona para cuando llegas a pasarte de sal. Si tienes consomé de pollo, o caldo de cualquier tipo, también podría ayudarte.
Otro buen truco es agregar un poco de papa. Esta es rica en almidón y muy útil para absorber tanto lo picante como lo salado. Si la agregas a tu platillo un trozo de papa “semi-cruda” podría rebajar aún más el exceso, incluso de sal. La zanahoria y cualquier tipo de hortalizas, también ayudan.
Si el sabor a picante no es muy fuerte, poner un poco de limón sobre tu platillo también podría ayudar.
Agregar azúcar, miel o incluso catsup, rebajan el sabor a picante de igual manera, todo depende de cuál sea tu platillo.
Añadir un poco más de todo a tu receta, a excepción del picante, es otro gran tip. Aunque aumentarías la cantidad de tu platillo, el sabor se distribuirá y entonces conseguirás balancear el sabor de la comida.
Ahora que si lo que necesitas, es quitar lo “picoso” de tu paladar, los lácteos son una buena solución, además de que es un sabor muy simple y casi neutro (porque en caso del yogurt puede ser ácido), ayuda a combatir el ardor e inflamación causados por el picante extremo.
¿Conocías alguno de estos tips?
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Fuentes:
Food & Wine
Cocina delirante
Mundo deportivo