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La forma en la que preparamos los alimentos influye en el sabor que disfruta nuestro paladar, pero también en el aporte de nutrientes para nuestro organismo, ¿Qué diferencia la sal marina a la sal rosa del Himalaya?, ¿En qué debemos fijarnos antes de tomar la decisión de comprar una o la otra?
Recientemente, abundan las recetas de guisos donde se sugiere el uso de sal de mar o sal rosa del Himalaya para sazonar las comidas, ambas por su rica composición mineral y sus aportes a la salud y bienestar. Sin embargo, no siempre tenemos claro cuáles son sus beneficios reales y la que debemos elegir. Descubre a continuación sus principales características y compara los beneficios que cada una tiene para tu salud.
La sal marina, como la que Sal Sol lleva a tu mesa, es extraída directamente por evaporación solar. Este proceso permite que la sal conserve mejor los nutrientes que son esenciales para el organismo. Entre éstos podemos encontrar magnesio, potasio y calcio.
Este tipo de sal mineral es extraída de una mina salinera ubicada en Khewra, Pakistán, a 300 kilómetros del Himalaya. Su característica más evidente es su tonalidad rosada. En los últimos años, se le han atribuido numerosas propiedades “curativas” y de importante beneficio para el cuerpo humano. Sin embargo, hasta el momento, no existe evidencia científica que avale todos estos atributos.
Lo que sí se ha podido afirmar, es que esta sal contiene cloruro de sodio y pequeñas cantidades de hasta 10 minerales diferentes. Desde la perspectiva nutricional, no presenta mayores cualidades como las que se le han atribuido erróneamente. Y aunque su proceso de extracción permite que conserve varias de sus propiedades puras, la diferencia notable con otros tipos de sal recae básicamente en su sabor y consistencia.
Es cierto que muchas personas también consideran la relación del precio con lo que realmente ofrece la sal que eligen. Sin embargo, tomando en cuenta lo anterior, ambas sales conservan su equilibrio de nutrientes esenciales para el cuerpo humano.
Esta claro que la sal en sí, sea sal del mar o sal rosa del Himalaya, aporta los beneficios que ya se han mencionado, como la regulación de la presión y el suministro que brinda de minerales esenciales.
Nuestra recomendación, es que optes por un producto que sea recolectado del modo más natural, sin que intervenga algún proceso químico. También es importante que contenga un balance adecuado entre el sodio y el potasio. Este factor, difícilmente lo conservan las sales procesadas.
Una sal saludable como la sal de mar, conserva su apariencia cristalina y cierta humedad, lo que también es una buena característica. Además, garantiza una conservación ideal de sus minerales, sin perder todo el sabor que nos encanta agregar a los alimentos.
El proceso de extracción de la sal marina sin refinar es la evaporación del agua de mar, por lo cual pierde menor cantidad de sus minerales. Esto es diferente a otras sales, como la sal rosa del Himalaya que se extrae de la mina de sal de Khewra y la sal común (mina) que también se obtiene por extracción minera.
Actualmente, puedes encontrar sal marina de calidad en diversas presentaciones para tus platillos favoritos. Recuerda consumirla en las porciones recomendadas por los profesionales en nutrición para aprovechar al máximo sus beneficios.