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Desde tiempos antiguos, la sal marina ha sido reconocida por sus propiedades, por lo que se acostumbraba a tomar baños en los mares. No por nada la talasoterapia se extendió por toda Europa, con el fin de utilizar las propiedades curativas y beneficiosas del mar y el medio ambiente marino.
Sin embargo, los lugares donde se ofrecen este tipo de tratamientos, no sólo suelen ser costosos sino que también pueden resultarnos inaccesibles ya sea por tiempo o lejanía. Lo que se hace en estos casos es recurrir a terapias caseras usando sales marinas que podamos disolver en nuestra bañera, para así simular las propiedades del agua de mar, las aguas termales o los baños minerales naturales.
De esa manera, no sólo creamos un ambiente relajante, sino también tratamos muchas molestias de salud tal como lo hacía la gente de antaño al bañarse en el océano. En nuestros tiempos siguen reconociéndose estas propiedades terapéuticas, sobre todo porque ayudan a limpiar y desintoxicar la piel.
Siendo que muchos productos para baño tienen sal de mar entre sus ingredientes, un ejemplo son las famosas sales de baño cuyo ingrediente principal es la sal de mar mezclada con aceites esenciales, aromas dulces y colorantes.
Si está interesado en tomar un baño de este tipo, es muy importante considerar que, aunque técnicamente toda la sal viene del mar, no todos los tipos son adecuados para un baño con sal marina. Esto se debe a que la sal que se utilice debe ser una que mantenga los minerales esenciales para nutrir nuestro cuerpo; así que mejor toma en cuenta que muchas sales se tratan antes de su venta, eliminando minerales importantes durante el proceso.
Un tip para elegir sales de baño adecuadas es tomar en cuenta el color: si la sal es blanco puro probablemente haya sido tratada y procesada restándole los minerales que queremos.
También es normal pensar que los baños con sal pueden mejorar síntomas de algunas enfermedades, sobre todo cuando consideramos sus beneficios. Pero aunque pueda mejorar nuestra salud, debes tener en cuenta que, enfermedades como la hipertensión o problemas de corazón, pueden presentar síntomas ocasionados por estos mismos beneficios. Lo que puede ser un bien para una persona, puede no ser tan bueno para nosotros.
Por ejemplo, en pacientes diabéticos se suelen tener problemas con la cantidad de sal en las comidas, y ocurre algo similar con los baños de sales. La sal de Epsom suele ser recomendada para baños de pie diabético (aunque este tratamiento es muy discutido), que aunque uno podría pensar que si es usado para los pies también se podría en todo el cuerpo, lo cierto es que la sal de Epsom no se recomienda para que las personas con esta afección le den uso corporal por su alto contenido de sulfato de magnesio, un mineral que puede aumentar la liberación de insulina y ocasionar una hipoglucemia.
Por eso, lo mejor siempre será consultar con tu médico de cabecera antes de realizar estos baños para que te asesore debidamente y puedas disfrutar de cuidarte sin preocupaciones.
Vamos a platicarte de los beneficios de las sales marinas que podemos disfrutar en nuestra bañera porque, aunque los baños de sal marina son mayormente reconocidos por brindar bondades a nuestra piel, la realidad es que también nos ayudan en otras partes del cuerpo.
Día a día, nuestra vida puede contener elementos perjudiciales que quizás no podemos evitar, tanto el estrés como una mala alimentación son ejemplos de ello. Este tipo de situaciones son dañinas para los órganos que se encargan de depurarnos (como nuestro hígado, riñones y piel), pudiendo perjudicar nuestro proceso natural de desintoxicación.
Para ayudar a nuestro organismo, los minerales que se encuentran en la sal de mar pueden ser grandes aliados dado que contienen muchos minerales que la piel absorbe fácilmente a medida que el agua caliente abre nuestros poros.
Algunos de estos minerales son:
Ya que sabemos cuáles son los minerales de la sal de mar y cómo nos ayudan, podemos decir que los beneficios de bañarse con ella son:
El cloruro de sodio ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas y los subproductos del metabolismo a través del sistema linfático. De esa manera, cuando nos bañamos con sales de mar reducimos el líquido atrapado alrededor de nuestros tobillos, muslos y rodillas.
Por su alivio de dolores en las articulaciones, la sal marina se usa en centros de recuperación para tratar enfermedades como la artritis reumatoide o las lesiones deportivas ya que, al ser combinada con ejercicios y el cuidado de un terapeuta, ayuda a la mejoría de estos malestares estimulando la circulación sanguínea, lo cual disminuye el dolor.
Puesto que el magnesio, el potasio y los bromuros contenidos en la sal del mar ayudan a calmar los dolores, bañarse con ella es una de las maneras más efectivas de relajar y calmar el estrés y los nervios. Igualmente, gracias a su contenido rico en potasio revitaliza nuestro cuerpo.
Al mejorar nuestra circulación, se disminuye la presión arterial y ayuda a prevenir calambres musculares. La buena circulación sanguínea también estimula el crecimiento del cabello, previene su caída y fortalece los folículos capilares.
La sal de mar es conocida sobre todo por mejorar la condición de nuestra piel, por eso, se recomienda ir al mar a las personas que tienen problemas de acné o dermatitis. Esto se debe a que la sal de mar es un buen desinfectante, hidrata la piel y reduce inflamaciones.
Debido a que a los minerales que contiene ayudan en el proceso de regeneración natural de la piel, la sal marina también sirve para tratamientos estéticos por sus propiedades antienvejecimiento y antiarrugas dejando una piel suave, juvenil y saludable.
Mientras más rica sea en magnesio (como la sal Epsom), mayor será la mejoría en la hidratación y textura de la piel. Por eso, esta sal se recomienda para tratamientos de piel seca.
Hay distintos tipos de sales para bañarse, entre las más famosas están la sal del mar muerto, conocido como uno de los lugares más salados en el mundo, razón por la que esta sal es muy rica en minerales pero no es apta para ingerirse, sólo es recomendada para hidroterapias.
Otro tipo de sal, es la sal de Epsom, llamada así por descubrirse en Epsom, Inglaterra; es una sal que, como bien ya mencionamos, está compuesta principalmente por magnesio (mineral con múltiples bondades).
La sal rosa del Himalaya se puede usar tanto para nuestras comidas como para los baños de sal, ya que al tener una técnica de cosecha casi libre de procesos industriales, se mantienen muchas de sus propiedades.
Igualmente, la sal Perla negra de Hawaii es ideal para este tipo de baños, pues ayuda a restaurar el equilibrio químico natural de nuestro cuerpo y nos hará sentir mejor.
Darse un baño de sal en casa es súper sencillo, sólo se trata de tener la sal de mar indicada y uno puede crear su propio ambiente de spa en casa. Una vez con la bañera llena de agua caliente, se agregan 2 tazas de sal marina, agua fría para entibiar o llegar a la temperatura que se desee, y finalmente sólo queda sumergirse y relajarse dentro.
Puedes ambientar el baño con velas, aromatizantes, aceites o todo aquello que te haga sentir mejor. Lo esencial es relajarte mientras disfrutas y te consientes cuidando tu salud. ¡Te sentirás bien sabiendo que proteges tu cuerpo!