Seguro que tu parrilla es uno de los mejores aliados a la hora de organizar reuniones, es el pretexto perfecto para unir a la gente que quieres y lucirte con una deliciosa parrillada para consentir a tus invitados.
Pero como es natural con cada uso la suciedad se apodera de ella y limpiarla puede ser un reto. Para que siga manteniendo su magia y continúe siendo tu mejor amiga a la hora de hacer un asado, te dejamos algunos trucos para limpiar tu parrilla y dejarla como nueva.
Frecuencia de limpieza
Es recomendable quitarle la grasa y la mugre que se le puede pegar después de cada uso, de esta forma, cuando haya que hacerle una limpieza profunda, será más sencillo dejarla reluciente y darle mantenimiento cada 3 o 4 meses para evitar que se oxide.
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Usa Cebolla o limón
Inmediatamente cuando termines de cocinar, es recomendable que pases media cebolla para limpiar y desinfectar tu parrilla, ya que la cebolla tiene un fuerte poder antibacterial y desengrasante. Aprovecha que la parrilla sigue caliente y frota la cara contra las rejilla. Al terminar pasa un trapo para limpiar los residuos, procurando que la parrilla ya no esté caliente para que evites quemarte. Otra opción es usar limón en lugar de la cebolla, también funciona muy bien y deja un olor agradable (aunque la cebolla no guarda el olor gracias al calor de la parrilla).
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Existen líquidos especiales para limpiar hornos que te pueden ayudar
Una solución que puedes aplicar en caso de que la grasa no esté muy pegada es utilizar líquido para limpiar hornos. Rocía las partes de la parrilla que más grasa tengan y déjalo reposando toda la noche. Al día siguiente con la ayuda de un cepillo con cerdas de metal y un trapo quita todos los residuos, que gracias al limpiador se despegarán de manera más fácil.
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Bicarbonato de sodio
En caso que tu parrilla esté muy sucia, puedes usar un recurso más amigable con el ambiente que el limpiador de hornos y mezclar un poco de limón con bicarbonato de sodio. Utiliza la solución remojando un trapo en ella y pasándolo por la parrilla, también puedes combinar la limpieza restregándola con un cepillo de cerdas metálicas para quitar todos los residuos.
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Usa la arena tu favor
Sí, leíste bien, arena. En caso que prepares un asado cerca de la playa o cuentes con arena a la mano, cuando termines el asado espolvorea un poco de arena. Ésta al pegarse en la grasa hará más fácil que se desprenda. Solo ten cuidado en caso de que la parrilla sea de gas, no vayas a bloquear algo.
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Quítale lo oxidado con vinagre
Si tu compañera de asados está oxidada por el uso o cualquier otro motivo, una sugerencia eficaz y de fácil acceso es limpiarla con vinagre. Solemos tener esta sustancia en la cocina y es muy fácil de conseguir en cualquier supermercado. Lo único que tienes que hacer para quitar el óxido de las rejillas, gracias a su naturaleza ácida, es sumergirla toda la noche en el vinagre o dejarla reposando bien empapada. Al día siguiente humedece un trapito en aceite neutro y limpia cada varilla con cuidado.
Truco para antes de cocinar:
Para concluir, hay dos prácticas que te recomendamos que lleves a cabo antes de cocinar para facilitar la limpieza y asegurarte que tu parrilla esté lista para preparar un asado fenomenal.
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Antes de utilizar tu parrilla es buena idea que la calientes al máximo para eliminar cualquier rastro de bacteria que pueda haberse alojado en ella.
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Cómo hacer un asado y evitar que los alimentos se peguen en la parrilla: puedes engrasarla con un poco de aceite o mantequilla, así además de darle buen sabor a tu parrillada, podrás limpiar y desengrasar más fácilmente.
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No olvides tapar con una lona tu parrilla cuando no la estés usando, esto la protegerá de polvo y de algunos otros elementos naturales que podrían deteriorarla.
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