Hábitos saludables para llevar una mejor vida

La mayoría de las personas que buscan tener una vida saludable deben adoptar ciertos hábitos que generan resultados positivos. Sin embargo, ¿conoces los hábitos que se pueden adoptar para mejorar el estado de nuestra salud?

En este artículo te mencionaremos cuáles son los hábitos que pueden influir positivamente en tu salud al ponerlos en práctica en tu día a día.

¿Qué es un hábito saludable?

En primer lugar, cuando se habla de hábitos se refiere a un conjunto de conductas o prácticas que ya ha adquirido un individuo, y realiza de manera repetitiva en la vida cotidiana.

Los hábitos saludables vienen siendo todos los comportamientos que ayudan a mantener una mejor condición de salud y prevenir enfermedades. 

Por ejemplo, en el caso de los hábitos alimenticios para llevar una vida saludable, se refiere a la selección, preparación y el consumo de alimentos, procurando que en conjunto aporten los nutrientes que el cuerpo necesita para desempeñar sus funciones. 

Los hábitos saludables abarcan un gran espectro, desde la salud física hasta el aspecto social, y pueden dividirse en:

  • Cuidado personal.
  • Hábitos alimentarios.
  • Actividad física.

Alimentación balanceada

Los hábitos alimenticios son el resultado de la conducta de los individuos ante la preparación de los alimentos y su consumo, es decir, las acciones relacionadas con la alimentación de una persona. 

alimentación saludable

Una alimentación completa debe estar compuesta por productos que aporten lo que necesita el organismo: hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua. 

Por esto se debe incluir productos de todos los grupos alimenticios, como frutas, verduras, leguminosas, frutos secos, cereales y alimentos de origen animal.

Estos hábitos comienzan a formarse desde el momento del nacimiento, se desarrollan en la infancia y más en la adolescencia. Por eso es importante introducir diversos alimentos en la dieta de los niños a temprana edad.

Una forma de inculcar una alimentación saludable en los más jóvenes es incluir recetas con verduras y frutas en su dieta. Hacer que se familiaricen con nuevos sabores y texturas desde que son pequeños es ideal para que le agarren gusto y no se nieguen a consumirlos.

Una manera de saber sobre los hábitos alimenticios para una vida saludable es seguir herramientas prácticas que han desarrollado profesionales de la salud, como la pirámide nutricional o el plato del buen comer, las cuales señalan de forma sencilla los productos que se deben incluir en la dieta diaria.

Estas guías son muy visuales, por lo que es sencillo ver un aproximado de los productos que deben priorizarse para una alimentación sana. Pero, para una comprensión más detallada es mejor consultar a un profesional de la nutrición, quien puede brindar orientación sobre los requerimientos específicos de una persona, con base en variables como la edad, estatura, estado de salud o ritmo de vida. 

Dentro de los hábitos alimenticios podemos destacar los siguientes consejos:

Desayunar

El desayuno es una de las comidas más importantes del día, ya que brinda la energía necesaria para realizar las actividades para iniciar el día. En el caso de los niños, ayuda a que se concentren en las actividades escolares, mejoren su rendimiento y absorban más conocimiento. 

Se recomienda tener un desayuno nutritivo y balanceado que incluya lácteos, frutas y cereales integrales que les gusten para fomentar un hábito positivo al comenzar su día.

No saltarse las comidas

Es importante mantener un equilibrio en el aporte de energía que recibe el cuerpo, por lo que se deben consumir alimentos que ayudan a tener la energía necesaria para realizar las actividades diarias, al igual que, tener un exceso de energía podría generar problemas de salud, como el desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, etc.

Comer de 3 a 5 veces al día

Dependiendo de la edad y el ritmo de vida que se tenga, es necesario consumir alimentos de 3 a 5 veces al día en cantidades moderadas. De esta manera, el cuerpo cuenta con la carga energética para desempeñar las labores diarias. 

Cuidado personal

Estos hábitos abarcan las prácticas de higiene personal y ayudan a conservar la salud, tanto física como mental. Estos deben inculcarse desde la niñez para que se conviertan en hábitos diarios.

hábitos de cuidado personal: bañarse

Dentro de estos hábitos podemos destacar la higiene del cuerpo (lavado de manos, aseo personal y cepillado de dientes, entre otros); son esos actos que son parte de nuestra rutina diaria que ayudan a conservar la salud. 

Es importante crear estos hábitos desde la niñez ya que son punto clave en el cuidado personal y ayudan a prevenir el contagio de enfermedades al tener contacto con bacterias de superficies contaminadas o al consumir alimentos.

Bañarse es una práctica de higiene que sirve para eliminar cualquier suciedad de la superficie del cuerpo, pero también puede ser terapéutico y ayudar a la relajación. Incluso puede servir para exfoliar y mejorar la apariencia de la piel, como sucede con los baños en agua salada.

Otro punto importante que forma parte del cuidado personal es el lavado de dientes, ya que estos ayudan a masticar bien los alimentos y facilitar su digestión. 

Se recomienda cepillarse los dientes después de cada comida para evitar daños en ellos, específicamente si se consumieron alimentos ricos en azúcares simples dado que estos alimentos son fermentados fácilmente por bacterias bucales, generando problemas como caries.

Evitar sustancias tóxicas

Cuando el cuerpo se ve expuesto a productos externos dañinos, como la contaminación, el tabaco o alcohol, pueden desarrollarse enfermedades, así como impactar negativamente en el estado de salud. 

Por esto los expertos recomiendan evitar el uso de fármacos no recetados, así como eliminar por completo o, por lo menos, reducir el consumo de alcohol y el cigarro.

Socializar

El ser humano es un ser sociable por naturaleza y por eso es necesario compartir tiempo de calidad con otras personas y entablar relaciones afectivas, ya sean familiares, de amistad o románticas. 

Entablar relaciones y conversaciones con otros individuos es una forma de conocer otras experiencias, aprender a ser empático e incluso mantener una buena salud emocional y mental.

Así como estos, son muchos los hábitos del cuidado personal que una persona debe tener en su rutina, hacerlos ayudará a cuidar del cuerpo y mejorar la calidad de vida.

Mantenerse hidratado

El agua es una sustancia esencial para la vida y para mantener el cuerpo en buenas condiciones. Dependiendo de la edad y actividad física se debe consumir aproximadamente 2 litros. 

Ingerir agua es parte de los hábitos alimentarios saludables que deben implementarse todos los días ya que el cuerpo está compuesto en su mayoría por esta sustancia. 

Consumir agua es tan importante que si el cuerpo humano pierde tan sólo el 20% de agua, el organismo entrará a un estado de deshidratación que puede tener muchas consecuencias. Sus principales funciones son las siguientes:

  • Mantener la temperatura corporal.
  • Evita la inflamación de las encías y las caries al hidratar la boca.
  • Disminuye el riesgo de padecer problemas del corazón.
  • Previene la formación de piedras en los riñones y vesícula.
  • Ayuda a lubricar las articulaciones y mejora la resistencia de los ligamentos.
  • Mejora la concentración y el tiempo de reacción del cuerpo.
  • Reduce las probabilidades de contraer gripe.
  • Disminuye la probabilidad de tener asma.
  • Transportar nutrientes a las células.
  • Eliminar desechos a través de la orina.
  • Favorece la digestión y absorción de nutrientes.
  • Reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama, vejiga y colón.
  • Interviene en el buen funcionamiento del cerebro y los nervios
  • Ayuda a mantener los niveles adecuados de acidez en el estómago.

Evitar los refrescos gasificados

Los expertos en salud y nutrición no recomiendan el consumo de refrescos embotellados y gasificados porque comúnmente contienen sustancias que no benefician al cuerpo, como una cantidad excesiva de azúcar, lo que puede tener consecuencias graves en la salud.

Estos líquidos no aportan los beneficios que mencionamos en el consumo de agua, por lo cual deben beberse con moderación o evitarse por completo.

Moderar el consumo de sodio

Si bien el sodio es un elemento vital para la salud, su consumo excesivo puede generar efectos no deseados en el organismo y causar problemas en la salud, por ello se debe de moderar el consumo de sodio de la dieta.

Existe la creencia equivocada que la sal es lo mismo que el sodio, cuando este mineral solo es parte de su composición. La sal de mar es un producto que aporta minerales que el cuerpo necesita y se extrae de manera natural de los mares gracias a la evaporación solar.

Una ingesta excesiva de sodio puede ocurrir al consumir grandes cantidades de comida rápida o con muchos conservadores, como la pizza o la sopa enlatada. Esto porque la comida muy procesada tiene un contenido elevado de sodio.

Realizar actividad física

realizar actividad física

Una actividad física es cualquier movimiento corporal producido por la contracción de los músculos y utiliza más energía que la que se requiere en reposo. Es importante hacer ejercicio o practicar algún deporte de manera constante para mantener una vida sana y activa. 

Cualquier actividad física es mejor que nada; sin embargo, la mayoría de los beneficios se obtienen a medida que la intensidad, duración y/o frecuencia durante la actividad física aumentan.

Entre los beneficios de la actividad física están mejorar la digestión, ayudar al gasto energético para las personas que buscan perder grasa corporal y consecuentemente bajar de peso, así como, fortalecer músculos, articulaciones, mejorar el equilibrio, mejorar las funciones neuronales, liberar el estrés, entre muchas otras.

Existen dos tipos de actividad física:

Actividad física ligera

Este tipo de actividad física incluye la mayoría de las actividades diarias como: caminar, estar de pie, levantar objetos, etc. Este tipo de actividades no acelera el ritmo cardíaco ni respiración por lo que si una persona sólo realiza ese tipo de actividades se considera como sedentaria o inactiva. 

Es posible que algunas personas tengan alguna variación en la intensidad al momento de estar realizando sus actividades, tales como subir escaleras, cargar objetos pesados, etc. sin embargo no son suficientes para generar algún beneficio notable para la salud.

Actividad física moderada 

Es el tipo de actividad física que produce beneficios para la salud y donde se encuentran las actividades como: baile, caminata rápida, saltar, jugar en el parque, etc. Este tipo de actividad física ocasiona que la respiración y el ritmo cardíaco aumenten por encima de lo normal.

Es importante tener una rutina de ejercicio o practicar algún deporte de manera estructurada y constante para mejorar la condición física, y mantener una vida sana y activa. 

¿Cómo adoptar hábitos saludables?

Cuando una persona se encuentra en la búsqueda de una mejor calidad de vida, uno de los primeros factores que busca cambiar son sus hábitos. Por ejemplo, cuando da comienzo un nuevo año, muchos individuos aplican rituales personales o redactan una lista de propósitos donde incluyen adoptar hábitos saludables.

Sin embargo, adoptar nuevos hábitos no sucede de la noche a la mañana, es un trabajo diario que empieza con pequeñas acciones. Se puede iniciar con solo un par de acciones por semana, estableciendo propósitos a corto plazo para acostumbrarse a los nuevos hábitos y con el pasar del tiempo se incrementa la frecuencia.

Es la constancia y perseverancia lo que da como resultado que los hábitos saludables se vuelvan parte de la rutina.

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