La historia de la sal: origen e importancia

Conocida comúnmente como sal, el cloruro de sodio es una de las sustancias naturales más abundantes en la corteza terrestre. Este ingrediente está muy relacionado con su uso alimentario, pero su impacto en la humanidad abarca varias áreas.

En este artículo te hablaremos sobre la importancia que tiene la sal en la vida como la conocemos y algunos de los momentos en la historia donde ha marcado la diferencia.

Origen de la sal

Aunque en su estado puro la sal está compuesta por una gran variedad de oligoelementos, sus principales elementos son el sodio y el cloro, los cuales forman la mayor parte de su composición.

La sal proviene de la naturaleza, pero es los distintos métodos de extracción lo que ocasiona que hoy en día pueden encontrarse diversos tipos de sal en los supermercados.

Los diferentes métodos de extracción de la sal se ven influenciados por las circunstancias ambientales, ya sea que la sal se encuentre disuelta en líquido o en estado sólido. Por esto es que hay países que producen sal solar, mientras otros generan mayor producción de sal gema.

En sus orígenes, la única presentación de sal a la que se tenía acceso era la sal marina, que se obtiene de forma natural por medio de la evaporación del agua de mar.

Fue con el desarrollo industrial y las técnicas mineras, que se descubrió y empezó a explotar diferentes yacimientos subterráneos, donde la sal se encuentra solidificada en halitas.

Influencia de la sal en la historia

La sal es un condimento indispensable en la cocina, tal es su importancia que ha marcado la historia humana, influyó en el comercio, la religión y hasta la guerra.

Los primeros registros del uso de la sal para los alimentos datan de China durante el reinado del emperador Huangdi en el año 2670 a.d.C. Esto pudo ser gracias a que se encontraban rodeados de lagos salados, y con la fuerza del sol, se descubrió que el agua salada dejaba atrás los pequeños cristales de sal.

Durante el Imperio Romano (27 A.C.- 476 D.C) se usó como método de pago a los soldados y funcionarios públicos. 

Los romanos no fueron los únicos, pues la sal fue moneda de cambio para varias civilizaciones. Existieron culturas que la consideraban igual o incluso más preciada que el oro.

Los egipcios la utilizaron como método de pago, pero también se ha descubierto que existen momias que fueron preservadas con arenas salinas de desiertos, las cuales datan de 3000 a.d.C.

De esta antigua práctica es que algunos individuos consideran que se aplica la palabra ‘salario’ en referencia a la remuneración recibida por trabajo, misma que surge del término en latín ‘Salarium’.

Dentro de las culturas mesoamericanas (1500 a.C.-1521 d.C) se puede encontrar que existía un valor importante en el aspecto ritual de la sal, como tributo y el poder geopolítico que brindaba. 

Por ejemplo, la civilización maya extrajo sal de mar para su alimentación y comercio; entre los lugares que aprovecho esta Las Coloradas, en ese entonces “Emal”.

El aspecto místico que se le atribuyó a la sal por estas civilizaciones puede apreciarse también en la cultura mexica, quienes le rendían culto a la diosa Huixtocíhuatl, que personificaba la sal y se le atribuye su invención. Esta deidad se asociaba a los salineros y todas las aguas saladas.

En la Edad Media, fue esencial para el crecimiento de las ciudades, pues se usaba como conservador de alimentos e ingrediente para elaborar productos como el jamón. 

Era gracias al uso de la sal que las comunidades podían preocuparse menos por la putrefacción de sus insumos, pero también comerciaban con ella, por lo que ayudó a impulsar la economía de diversos pueblos.

Por su relevancia se impusieron impuestos por su uso y explotación, convirtiéndola en uno de los ingresos más importantes para las arcas reales.

En estos tiempos la sal era considerado un preciado condimento que no era de fácil acceso para toda la población, estando más presente en las cocinas de las familias acaudaladas. 

Los pueblos que no tenían acceso a sal tuvieron que desarrollar otros métodos de conservación, como el ahumado o el uso del aceite.

En México, con la conquista española, la sal tomó nuevos papeles en la industria, pues con la llegada de nuevas técnicas empezó a estar presente en distintos campos de trabajo, como la artesanía (vidrio y cerámica).

Posteriormente, cobró aún mayor importancia, pues era esencial para asegurar la producción y procesamiento de minerales de plata.

La sal en el siglo XXI

Actualmente, de acuerdo con la AMISAC, México ocupa el séptimo lugar mundial en la producción de sal, con 14 regiones productoras de sal en todo  el país, siendo la sal de mar la producción predominante.

La sal no es solo un ingrediente de cocina. Es un elemento que ha marcado el flujo de la historia y sigue influyendo diariamente en nuestras vidas de distintas maneras.

Aunque la sal ha dejado de ser el principal método de conservación de alimentos que existe, sigue siendo usado en muchas regiones del mundo, principalmente para realizar salazón de pescado o curado de carnes.

A la fecha, aún con grandes avances científicos, no se ha perdido parte del aspecto ritual y místico que ha rodeado a la sal desde su descubrimiento, factor que podemos notar en el hecho que existen supersticiones sobre la sal, como arrojarla sobre el  hombro para evitar la mala suerte.

Actualmente, se aprovechan muchas de las propiedades de la sal, por lo que forma parte de diversas industrias, como la farmacéutica, química, textil y muchas más.

Referencias

Asociación Mexicana de la Industria Salinera A.C. (AMISAC). Historia de la sal. 2017