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Cuando se trata de parrilladas hay factores que juegan un papel para brindar los mejores resultados. Desde la selección del corte de carne hasta el marinado, hay aspectos que no se pueden pasar por alto si quieres sorprender a tus invitados.
Por supuesto, no se puede hablar de una parrillada de 10 si la parrilla no está encendida correctamente. Aunque muchos puedan creer que es tarea muy complicada —o muy simple—, preparar la parrilla no solo se trata de lanzar un cerillo y esperar lo mejor.
Preparar y encender el carbón correctamente es una habilidad de la que se enorgullecen muchos parrilleros expertos. Si quieres dejar de batallar con esta tarea y disfrutar de la mejor carne asada, los siguientes consejos son para ti.
El primer paso para asegurarte que tu parrilla se va a poder encender sin problemas, es elegir una variedad de carbón que se adapte a tus necesidades y sea de buena calidad.
Cabe señalar que hay una diferencia entre utilizar carbón vegetal o briquetas, pues no se trata del mismo producto y cada uno tiene sus ventajas y desventajas.
En el caso del carbón vegetal se trata de trozos de leña que se transforman al carbonizarse en un horno para deshacerse de la humedad, esto tiene la ventaja de que se encienden con rapidez y alcanzan en poco tiempo altas temperaturas; sin embargo, vienen en tamaños irregulares por lo que producen un calor disparejo y se consumen rápido.
Por otra parte, las briquetas son elaboradas mezclando madera carbonizada con algún aglutinante, para después ser prensadas en forma de almohadas. Gracias a esto toman más tiempo en encenderse, pero se mantienen prendidas por períodos más prolongados; cada pieza es del mismo tamaño, lo que permite que un fuego uniforme.
Otro factor importante es la calidad del producto y el tiempo que lleva guardado, con esto nos referimos a donde se adquiere y el tiempo que lleva guardado. Lo mejor es conseguir el producto —carbón o briquetas— en tiendas especializadas para asegurarse de que se fabricó correctamente.
De igual forma, si el paquete de briquetas o carbón no es nuevo es importante verificar que no se haya dañado al ser almacenado, con esto nos referimos a los problemas que puede causar la humedad o exposición al agua; ambos casos pueden ocasionar que sea imposible encender la parrilla.
Inclusive podrías recurrir a leña, pero esta opción tarda demasiado en encenderse, por lo cual se recomienda cocinar en horno de leña.
Así que, dependiendo de qué clase de corte quieras preparar —considerando el grosor o cantidad— puedes elegir la opción que cumpla mejor con tus necesidades.
Cuando se trata de colocar las briquetas en la parrilla, esto no debe ser al azar dejando caer todo del empaque en el que viene. Lo ideal es formar un montículo con el carbón, dejando un espacio en el centro.
Conservar el espacio del centro es esencial, puesto que ahí es donde se va a colocar el fuego inicial (mecha) para encender el resto de las piezas de carbón.
Esto resulta más sencillo si se utilizan briquetas, dado que los pedazos de carbón no tienen tamaños estandarizados y es más complicado poder acomodarlos en un montículo.
Un punto a tener en cuenta es que al acomodar las briquetas o carbón, hay que dejar espacios entre cada pedazo para permitir el flujo del aire que avivará las llamas y mantendrá encendido el fuego.
Ya con el montículo formado, es momento de encender el fuego y para esto se puede hacer uso de papel periódico o papel absorbente de cocina. La manera de hacerlo es formar bolitas con papel y verter en ellas aceite vegetal para poder iniciar el fuego.
Estas bolitas de papel deben colocarse en el centro del montículo, donde previamente se dejó una abertura; posteriormente, se debe cubrir con otras piezas de carbón sin aplastar el papel encendido.
En el mercado existen líquidos combustibles que están pensados especialmente para encender el carbón de las parrillas con rapidez; únicamente necesitas verterlo sobre todas las briquetas y usar un encendedor largo o un trozo de papel para iniciar la llama.
Es importante recordar que estos líquidos están elaborados con este fin en específico y por lo tanto no causan ningún problema en el sabor de la comida. Este no es el caso con otros productos inflamables, como bebidas alcohólicas, que pueden ocasionar inconvenientes al momento de asar la comida.
Si en previas parrilladas has notado que las briquetas no encienden parejo entonces siempre se puede recurrir a bañarlas con aceite vegetal o líquido combustible para parrillas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no se debe rociar estos líquidos cuando el fuego ya está encendido, pues las brasas pueden descontrolarse y causar algún accidente.
Para que se encienda de manera pareja todo el carbón, puedes avivar la fuerza del fuego soplando o con un abanico de mano, inclusive un trozo de cartón puede hacer el truco. Al soplar ayudas a que el fuego se extienda por todo el asador.
Ir avivando las llamas acelera el proceso de encender el carbón y en 30 minutos —o menos— tendrás las brasas encendidas.
Puede sonar algo extraño pero, esperar que se extingan las llamas es justo lo que necesitas para poder preparar carne asada al punto ideal. Siendo que el fuego directo solo quema el exterior de la carne y deja su interior crudo.
El momento correcto para empezar a asar la carne es cuando las llamas se reducen y el carbón queda al rojo vivo cubierto por una capa de ceniza. Las brasas deben estar prendidas en un color blanco en la parte superior y rojo directamente en las briquetas.
Lo que se busca es que las brasas emitan el calor suficiente para cocinar la carne a la perfección.
Después de encender el carbón por completo no es práctico mantener el montículo con el que inicialmente se dio inicio al fuego. Lo que se necesita es distribuir el carbón de manera equitativa por toda la parrilla, para que las brasas aporten calor por igual a todas las piezas de carne que se acomodan en las rejillas.
El acomodo puede ser simplemente distribuir las briquetas en todo el asador o —por otra parte— crear un fuego a dos áreas acomodando el carbón o briquetas solamente en un lado de la parrilla, mientras que el otro permanece vacío.
Dividir el fuego de la parrilla en dos áreas te permite poder sellar la carne a la perfección para después dejarla reposar en la otra mitad, esto es realmente útil cuando los cortes de carne son delgados o se planea asar brochetas de camarón o pescado.
Una herramienta pensada especialmente para prender el carbón es la chimenea o iniciador de carbón. Este cilindro metálico ayuda a mantener las briquetas o trozos de carbón más cerca los unos de los otros, de manera que al encender al colocar la flama en la parte inferior el calor se pueda expandir y encender todo.
Con esta técnica también se usa papel periódico y aceite vegetal si se quiere acelerar el proceso y acortar los tiempos de encendido.
Como es el caso con muchas tareas diarias, es normal que surjan métodos poco convencionales para simplificar la labor y esto sucede también con los métodos para prender el carbón.
Algunas técnicas que es mejor evitar son:
Para marinar los cortes de carne a la perfección y resaltar su sabor es indispensable usar Sal Parrillera Sal Sol y pimienta; estos 2 ingredientes son suficientes para complementar un buen corte de carne.
La Sal Parrillera Sal Sol sirve para salar la carne pero, gracias al tamaño del grano, brinda el grado de sabor deseado sin salar demás el corte. También sirve para preservar por más tiempo la carne fuera del refrigerador y evitar que se reproduzcan bacterias.
Por otra parte, si preparas un marinado con más elementos, como comino, romero, limón, semillas de mostaza, laurel u otras especias aromáticas, siempre es conveniente tener sal de mar Sal Sol para ingrediente básico e indispensable.
Antes incluso de encender el carbón para una parrillada es primordial que se encuentre perfectamente limpia, para evitar que los restos del asado anterior se peguen a los cortos y que se afecten los sabores.
Esto también previene que la comida no se ase pareja, se queme o termine cruda por secciones. En estos casos existen trucos para limpiar la parrilla como usar bicarbonato de sodio o limón.
Todo buen parrillero sabe que necesita algunas herramientas para asar que facilitan la labor y brindan los mejores resultados, como es el caso de unas pinzas, espátula, tabla para cortar, etc.
Algo que no se puede dejar pasar al asar carne a la parrilla es que los complementos son un componente que no puede faltar. Las cebollas, mazorcas, pimientos y otras verduras son parte de la experiencia de disfrutar la comida preparada a la parrilla.
De igual manera, siempre puedes asar cebolla, chiles y ajo para crear una salsa que complemente los alimentos; u optar por una ya preparada como las salsas rochef gourmet, entre las que se encuentran las de habanero kut, habanero picante, chamoy e xcatic asado.
Es necesario conservar la carne en refrigeración para evitar que se descomponga, pero al momento de preparar la parrillada es pertinente retirarla del refrigerador y dejar que tome temperatura ambiente, para que al colocarla sobre las brasas se cocinen sin contratiempos y no termine solamente hecha en el exterior.
Cuando se prepara carne a la parrilla no se debe olvidar que se está lidiando con fuego, por lo cual es bueno tener artículos que pueden sacar del apuro y evitar accidentes. Un ejemplo es la sal de mar de grano grueso para rebajar las llamas, así como un cubo de agua o extinguidor para emergencias.
Encender el carbón para el asador tiene un poco de truco pero con los anteriores consejos es cuestión de práctica para dominarlo al 100.
Si quieres conocer más sobre consejos para preparar comida a la parrilla, alimentación saludable, estilo de vida y mucho más, entonces este blog es perfecto para ti. Te invitamos a conocer artículos como: qué es la sal de gusano, cuales son los términos de la carne y cómo marinar pollo a la perfección.
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