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En cada cocina hay ingredientes que nunca pueden faltar, como la sal de mar, que aporta el sabor ideal a cada platillo; o el aceite, que está presente en numerosos procesos de cocción.
Pero el aceite no es solo uno, pues existen distintos tipos de aceite como el aceite vegetal, aceite de coco, aceite de girasol, aceite de aguacate e incluso aceite de semilla de uva, entre otras variedades.
Sin embargo, entre la amplia gama de aceites comestibles destaca el aceite de oliva, que en la antigüedad —e incluso hoy en día— fue considerado como “oro líquido” por sus múltiples aplicaciones, su sabor y su impacto en la salud.
A continuación abordaremos los usos que tiene el aceite de oliva para la salud, ya sea su ingesta como alimento o aplicaciones en remedios caseros.
El aceite de oliva se extrae del fruto del árbol llamado olea europea que comúnmente se denomina olivo u olivera. La oliva o aceituna —su fruto— es ovalado que va cambiando de color durante su proceso de maduración, empezando por ser verde hasta prácticamente negro.
Aunque seguramente ya has escuchado hablar sobre el aceite de oliva, este no es solo uno, puesto que hay distintos tipos de calidad, la cual se puede conocer verificando el etiquetado de alimentos que se encuentra en el empaque del aceite de oliva.
Existen variedades con base al tipo de aceitunas, pero la división que es más pertinente —por temas de salud— es dependiendo del método de producción, es decir, si son puramente exprimidos, refinados, se utilizó algún proceso químico o son mezclados entre sí, pues esto determina su acidez y los parámetros organolépticos que cumplen.
Una de las dudas que puede surgir entre los tipos de aceite de oliva es la duda de si este es diferente al aceite de olivo; la realidad es que son exactamente lo mismo, pues aunque el término más usado es aceite de oliva, la denominación aceite de olivo suele usarse en algunos países como Perú.
El aceite de oliva es un componente básico dentro de la dieta mediterránea, la cual es conocida por su impacto positivo en la salud. Este tipo de aceite se puede utilizar en muchos ámbitos, desde el área alimenticia, hasta remedios caseros y dentro de la industria cosmética.
Entre los beneficios que tiene el aceite de oliva se encuentran:
Su aporte de ácidos grasos monoinsaturados, principalmente ácido oleico, que en conjunto con el resto de sus nutrientes aporta una serie de beneficios al cuerpo, como un efecto antiinflamatorio.
Consumir aceite de oliva es positivo para la salud gastrointestinal, pues ayuda a estimular el sistema digestivo y prevenir la constipación.
El reemplazo de grasas saturadas con aceite de oliva en la dieta ayuda al organismo y reduce el colesterol total. También promueve el flujo de lipoproteínas o HDL (buen colesterol).
El aceite de oliva posee antioxidantes que se encargan de reducir la inflamación, la cual puede llevar a padecer una variada lista de enfermedades crónicas. Uno de estos elementos es el oleocantal, compuesto orgánico con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que presenta un efecto similar al ibuprofeno.
Estudios han arrojado como resultado que los individuos que ingieren aceite de oliva presentan menos problemas de salud dado que ayuda a prevenir la aparición de la diabetes. De igual manera tiene efectos positivos en el control control del azúcar en la sangre y reduce el riesgo de sufrir aterosclerosis (problemas en las arterias).
Así como la sal de mar, el aceite de oliva también es un método de conservación que existe desde la antigüedad. Este se puede aplicar en carnes, pescados, verduras y quesos, entre otros.
Las técnicas que utilizan con el aceite de oliva son marinado, inmersión o escabeche. Estos métodos pueden aplicarse a productos tanto crudos como cocidos.
Una de las bondades más grandes que posee el aceite de oliva es su versatilidad, por lo cual es perfecto para crear macerados utilizando diferentes especias y plantas medicinales.
Esta clase de macerados pueden tener diferentes finalidades, desde un remedio casero para la piel o el estómago, reforzar las uñas quebradizas, mejorar las condiciones del cuero cabelludo o simplemente como un delicioso producto de cocina para sazonar carnes o ensaladas.
El aceite de oliva en el cabello ayuda a mejorar la apariencia de las puntas abiertas, promover el crecimiento y rehidratar el pelo seco. Una manera de aprovecharlo es preparar una mascarilla capilar con aceite de oliva y miel o yogurt, cubrir con un gorro de baño y después retirar con agua.
Otra manera de aprovechar las propiedades antioxidantes del aceite de oliva, y su contenido de vitamina E, es para aplicarlo en las uñas, pues ya sea solo o complementado con otro ingrediente puede promover la salud de las uñas, brindando nutrición y firmeza.
Por ejemplo, una gran manera de aprovecharlo es en conjunto con las propiedades del ajo, mezclando un par de dientes de ajo con aceite de oliva para aplicar durante un par de minutos, además de reforzar las uñas esto te ayudará a eliminar hongos y bacterias.
En la composición del aceite de oliva se encuentran varias vitaminas, en particular la vitamina E, que puede colaborar a reducir la inflamación y resequedad, brindando una piel más hidratada y saludable.
A pesar de la insuficiencia de pruebas, existen personas que aplican aceite de oliva, ya sea solo o con otros ingredientes naturales, para tratar el eccema —dermatitis atópica— y la psoriasis; de igual manera hace aparición en remedios para minimizar las estrías y señales de envejecimiento.
Sin embargo, las aplicaciones del aceite de oliva para el rostro están en debate, dado que, aunque muchas personas lo utilizan como desmaquillante o como parte de mascarillas, este puede ser contraproducente y tapar los poros, entre otras complicaciones.
Para evitar esto es preferible consultar con un dermatólogo o recurrir a productos que aprovechan los componentes del aceite de oliva.
En la composición del aceite de oliva se encuentran varios antioxidantes, además de vitamina E y vitamina K. Por esta razón ayuda al sistema inmunológico y a mantener una mejor salud.
El aceite de oliva no solo sirve para la cocina o los remedios de belleza, pues se aprovecha en diversos procesos e industrias, por ejemplo, se utiliza para elaborar jabones, yesos y otros productos para construcción.
Las personas que consumen aceite de oliva en su dieta parecen presentar menor riesgo de sufrir afecciones cardiacas. Se ha detectado que las personas que reemplazan las grasas saturadas con aceite de oliva presentan una menor presión arterial y menor colesterol comparado con quienes consumen grasas saturadas.
Tanto el colesterol elevado como la hipertensión son factores de riesgo para la salud y son posibles causantes de otras afecciones.
El consumo de aceite de oliva se ha ligado en estudios a la mejora de las habilidades cognitivas como la memoria, por lo cual se ha ligado su impacto en el Alzheimer, sin embargo, no hay pruebas suficientes que sustenten su influencia en este padecimiento.
Ya sea para tratar el cabello seco o para complementar un pedazo de pan tostado y vinagre balsámico; el aceite de oliva es un producto con bastantes beneficios y por lo tanto, una adición excelente a tu alacena.
Si quieres conocer más sobre otros alimentos saludables que deberías incluir en tu dieta te invitamos a leer nuestros artículos sobre los beneficios del jitomate y los usos del limón, 2 productos que forman parte de múltiples recetas.
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Referencias:
webMD. Olive: Overview, Uses, Side Effects, Precautions.
Healthline. 11 Proven Benefits of Olive Oil. (2018).